Todos los días, un tercio de los alimentos producidos se tiran a la basura desde el campo hasta la mesa. Mientras tanto, una proporción considerable de la población mundial sufre de hambre y malnutrición. Este contraste es impactante y nos obliga a examinar de cerca nuestras prácticas y comportamientos en relación con la comida.
El desperdicio alimentario no solo tiene consecuencias humanitarias, sino que también tiene un impacto ambiental y económico significativo. Piensa en todos los recursos que se utilizan para cultivar, cosechar, procesar y transportar los alimentos: agua, tierra, energía y mano de obra.
En esta mesa tendrás la oportunidad de escuchar diferentes soluciones en las diferentes jerarquías que nos propone el proyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario:
Oreka ayuda a las empresas a medir, reducir y revalorizar su excedente alimentario donándolo de forma segura a entidades sociales. Comedores corporativos, hospitales, colegios y otros negocios con alimentos utilizan el servicio de Oreka para luchar contra el desperdicio alimentario en toda España.
Oscillum es una empresa de base biotecnológica que ha desarrollado la tecnología que permite producir sensores con la capacidad de alertar sobre la frescura, calidad y seguridad de productos frescos como carne, pescado y frutas mediante un simple cambio de color. El sensor está en contacto con el producto monitorizando el estado del producto en tiempo real lo que evita tirarlo antes de tiempo.
Unilever es una de las mayores compañías de productos de gran consumo en el mundo y lleva a cabo numerosas iniciativas enfocadas a la concienciación de los consumidores, entre ellas ha redactado una guía de buenas prácticas dirigida a hogares avalada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en la que reúne consejos para antes, durante y después de la compra que permiten un mayor aprovechamiento.
Makeat un estudio de innovación gastronómica con sede en Barcelona enfocado en dos grandes disciplinas, Food Design y Food Tech donde aprovechan los excedentes de la industria agroalimentaria.
Paolo es un apasionado por la innovación, siempre está desarrollando nuevos proyectos con el objetivo de mejorar todo el ecosistema alimentario: sostenibilidad, upcycling y reducción del desperdicio de alimentos, agricultura regenerativa.
En resumen, el problema del desperdicio alimentario es un desafío multifacético que afecta a la sociedad, la economía y el medio ambiente. Sin embargo, también presenta una oportunidad para el cambio positivo.